domingo, 28 de febrero de 2016

MARATÓN DE SEVILLA, LAS DUDAS DEL DOS...

Una semana ya pasó...
Aún tengo frescos los recuerdos, las incertidumbres, las ganas, los miedos...

Este año era diferente, en la vida se toman decisiones que afectan para bien o para mal, según el prisma por el que se mire...

Envuelta en mis montañas, rodeada de mantecados y trabajando por las mañanas, cuando me dí cuenta estaba a menos de dos meses de la Maratón...
Aquí no es fácil, no, y este año menos puesto que el año pasado machaqué la pista de atletismo y éste, tuve que buscarme falsos llanos, por las tardes, con una hora o menos de tiempo efectivo de entreno...Ciertamente un poco desastroso!

No tenía fuerza moral para quejarme aunque los resultados no fuesen los deseados, ni se me ocurriría quejarme, yo decidí, yo me comprometí y consciente de que un trabajo de voluntariado es tan serio como cualquier otro (aunque no cobre por ello) ahí sigo a diario, ocupando mis mañanas,... aquellas que en otro tiempo eran de mis zapas a su antojo, manejando el tiempo caprichosamente según entrenos, climatología,...

No me suelen asaltar las dudas antes de las carreras, sobretodo en los casos en los que no pienso en el cronómetro...no me preocupa...Mi meta es disfrutar, jamás tener un mal recuerdo y si los que me rodean lo viven la mitad de bien que lo hago yo, me doy por satisfecha...

En el caso de la maratón es algo diferente, me reto y me gusta mejorar cada año. No tenía muy claro como se me daría éste pero las mañanas en el Banco de Alimentos me compensarían un peor resultado...
Aún así, llegó el kilómetro dos y con él la duda... ¿¿¿podré seguir así cuarenta kilómetros más???

Robando fotos de aquí y de allí...este fue mi día...

Antes del comienzo, con parte de mi gente, no estaban todos los que fueron pero sí parte del equipo...
Al resto me quedé con las ganas de verlos...
Complicado, muy complicado entre tanta gente, mochilas, puertas, aparcamientos y cientos de detalles más...
Un día así deseas estar en todos lados y poder compartir instantes con muchas personas, a veces se consigue y vives minutos o, tal vez, solo segundos... pero de total satisfacción...
Si es durante la carrera, ánimos, algo de charla y a seguir el camino...
Si es al traspasar el arco, se condensan en cuatro frases mal contadas todo lo que deseas decir, te desbordan las emociones y  la felicidad y todo te sabe a poco...
Uno de los grandes momentos con el que inevitablemente me quedo fue con el de poder abrazar en persona a alguien muy especial, alguien que sabe lo que es disfrutar de cada día que nos brinda la vida porque también conoce lo dura y cruel que puede llegar a ser...
Todo un  placer charlar con "Don Wences" y, como no,  toda mi admiración por tomarle el pulso a la maratón de mi tierra y  ganárselo... ¡en peores plazas ha "toreao"!

Por supuesto también me quito el sombrero ante otra miembro del equipo, Isabel, que con poco entreno o casi ninguno, dio el callo y no paró hasta entrar en ese bendito Estadio...

Me queda de la foto "el grandullón"... "sí, Alberto, tampoco te librarás de unas palabritas".... Pedazo de estreno que tuvo en la maratón..., un honor haber estado a su lado; por una vez me he sentido anfitriona y en mi terreno (por que he de decir que en la montaña el que me guía es él...).

Por el camino saludé a tantas personas que no quiero nombrar a ninguna, tanto en la carrera como en barrera... 
A todos los que animaron por las calles, "gracias miles"...por esforzarse en leer mi nombre, por aplaudir, por chillar "Pretoriana", por dar colorido con disfraces, pompones, pancartas y trompetas,... a los voluntarios por extender sus brazos y buscarnos a cada uno de los corredores en el caos de los avituallamientos así como alentarnos al paso,... por todo...gracias!
Chapeau por las bandas que amenizaban nuestra marcha y  daban un aire nuevo a nuestras zancadas...

Llegó el momento meta, fue estupendo poder esprintar como más me gusta, con una gran sonrisa y la cabeza bien alta, orgullosa del trabajo realizado...

Y, si son bonitos los instantes previos a la carrera, los de después son indescriptibles, abrazos, encuentros, felicitaciones, búsquedas bajo un manto naranja que todo lo arrasa, en el túnel de salida propósitos de carreras (con "mis Lentos")...
Tanto que expresar que se escapa de las manos...
No olvido el tímido acercamiento a la cerveza con limón por si el limón había desaparecido, y como no, ese caldo Aneto que en las Ultras sienta tan bien,....
Luego llegó el momento de luz; fuera se tornaba un espléndido día, aquél que nos había acompañado toda la mañana...
Ambiente festivo cual Fiesta de la Primavera, pocas ganas de marchar...
Celebré muchas entradas y "muchas primeras maratones"...
También he de mencionar a Manolo que me demostró que retirarse no es un problema, que el problema tal vez lo viésemos los demás después de tanto sacrificio y horas empleadas...
Será un ejemplo a seguir si algún día me veo en esa tesitura...
Eso sí...el año que viene...la revancha!

Hasta el último metro antes de llegar al coche seguí cambiando impresiones con mis chicos Pretorianos; muchos, diferentes sensaciones y todos guerreros...
Y llegué al coche y me faltó alguien, esa que no recogió su dorsal, esa que no corrió a unos pocos metros tras de mí, esa a la que no ví entrar en meta, a la que no abracé en señal de una nueva victoria contra los cuarenta y dos kilómetros,.....sí esa.....
Pues aquí va una notita personal..."Abuela, no me lo vuelvas a hacer, la próxima vez te llevo a rastras"...
Menos mal que por lo menos nos tomamos una cervecita antes de mi marcha a Jaén...jijijji

Así fue y así lo viví...vuelvo a la montaña pero a Sevilla la espero en el 2017...